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viernes, 27 de septiembre de 2013

¡Blue se traslada!

En efecto, he decidido dejar de publicar aquí, en blogger, puesto que he descubierto una página en la que tiene más posibilidades de ser leída. Dicha página es Wattpad, en la que intentaré publicar tanto como pueda de las dos historias que llevo: LVSJDH, mi fan fic y Like A Butterfly.  Bueno, pues que me traslado allí, pero espero que eso no signifique perder a la gente que me lee. Bueno, nada más que decir.

 LINK DE LVSJDH (mi fic de LJDH): : http://www.wattpad.com/26236112-los-vig%C3%A9simo-segundos-juegos-del-hambre-sky-no-te

 LINK DE LAB: http://www.wattpad.com/story/8584817-like-a-butterfly

lunes, 2 de septiembre de 2013

Like a Butterfly: Capítulo 1 - La nueva camada.

Soy una mariposa.
Soy una mariposa que vuela bajo para rozar la tierra con sus patas. Con mis patas. Cada poco tiempo, se posa en en las flores más bonitas que puede llegar a ver. Que puedo, porque esta mariposa soy yo.
Muchos sentimientos recorren mi mente en estos momentos, pero ninguno se para en mi cabeza, no tengo la capacidad de pensar con claridad en un cuerpo tan pequeño. O eso, o la sensación de libertad es demasiado poderosa para ser remplazada por otra. Luego llega la curiosidad por mi aspecto: ¿de qué color son mis alas? ¿son coloridas, hermosas y espectaculares? ¿son simples, blancas y pequeñas? ¿y si son todo lo contrario, de un color marrón apagado, grotescas? Y yo, ¿soy una mariposa grande, que pueda volar muy alto, sin cansarme? ¿O quizá sea tan diminuta, que no tarde en agotar mis fuerzas? En seguida obtengo la respuesta.
No han pasado ni treinta minutos cuando mis alas empiezan a pesar. Ya no atravieso el aire fresco y puro, sino una masa densa y que complica la labor de seguir moviéndome. Mis alas bajan su ritmo veloz, a uno lento, jadeante. Finalmente, sin poder evitarlo, me paro en el primer sitio que puedo.
Y firmo mi sentencia de muerte.
La textura que roza mis patas no son los suaves pétalos de una flor, sino un extraño hilo pegajodo y blanquecino. Esto me da muy mala espina y, decido que será mejor marcharme. Sin embargo, cuanto más me muevo, más me pego a esta tela. Estoy atrapada, y desesperada. Estoy aterrorizada, siendo consciente del peligro que corro. ¿Seré estúpida...? ¿Cómo he podido caer en una trampa tan obvia? Si pudiera llorar, ya estaría haciéndolo, pero sólo puedo limitarme a luchar por escapar y ser libre, por salir de mi cárcel o de mi tumba. Yo diría que incluso mi <<descanso despierto>>.
La gente lo llama así, <<descanso despierto>>, pero sólo lo hacen para suavizar la realidad sobre este, que es una total desconexión de tu cuerpo, de sus funciones y capacidades. Tu mente se queda, pero ahí atrapada, en un cuerpo inerte que no puedes usar. El gobierno dice que solo es una meditación. Y que es mejor que la muerte en sí. Pero no sé quién se traga eso, porque yo desde luego que no.
Y ahora sé, que no es el descanso despierto lo que me espera, sino una muerte escalofriante, porque mi asesina no tarda en aparecer. Una enorme viuda negra desciende por su red mortal. Sé que es una viuda porque lo he visto en alguna parte, no sabría decir dónde. Su cuerpo oscuro se acerca cada vez más, gracias a sus largas patas, que saben perfectamente dónde deben caminar. Todo ocurre lenta y agonizantemente para mí. Quiero desmayarme, para hacer mi muerte menos dolorosa, pero no tengo esa capacidad.
Tampoco puedo gritar, o sudar en frío, con la esperaza de que eso disuelva la pegajosa tela que me ata a mi muerte. No puedo hacer nada asociado con el miedo. Solo puedo agitarme, reunir fuerzas y tirar. Agitarme, reunir fuerzas, tirar. Lo repito una y otra vez, parece que estoy consiguiéndolo, pero, es entonces, cuando la araña se abalanza sobre .
-Blue, Blue. - me llama una grave voz que me es familiar. -Blue.
Noto como el hombre de ojos grises y pelo negro como el azabache, pronuncia mi nombre una y otra vez, insistiendo para que me despierte. Le conozco perfectamente. Mejor que a mí misma incluso.
-Papá... - susurro adormilada mientras mis ojos vacilan al abrirse, y lucho por mantenerlos abiertos. El lugar está oscuro, salvo por una linterna que mi padre sostiene en su mano, iluminándonos a ambos con ella. - ¿Qué pasa?
Dejo escapar un bostezo antes de que él responda.
-Satine. - no le da tiempo a decir más, ni falta que hace, porque sé a lo que se refiere. Me levanto de un salto y me calzo a toda prisa. Llevo tan solo un camisón, por lo que me pongo una bata de lana por encima, que era de mi madre, y que me cubre hasta las pantorrillas.
La madrugada es fría, nos apresuramos en nuestro corto camino hacia el establo de madera azul, que es negro en la oscuridad de la noche. Ahí es donde las ovejas y gallinas descansan. Antes, teníamos más animales, pero los problemas económicos aumentan día a día, y tuvimos que venderlos para salir adelante. En un pequeño espacio, lleno de paja y de lana vieja de oveja para que la pareja de lobos no pase frío, está ella, tumbada de lado, respirando rápidamente y gimiendo un par de veces. El macho está junto a ella, vigilándola. Su abultada barriga amenaza con separarse de su cuerpo peludo. Al vernos entrar, intenta levantarse en vano. Papá se agacha a su lado, obligando a Shadow a sentarse en otra esquina, y acaricia su cabeza con suavidad.
El tema de los lobos comenzó con mi bisabuelo, Thomas Mitchell. Él, viendo cómo los ataques de zorros, lobos y otros animales salvajes, arruinaban el negocio de lana de oveja, y cómo sus gallinas eran demacradas, víctimas mortales de los primeros, ideó un plan para tener un guardián, siempre vigilante, que mantuviera el orden en la pequeña granja de los Mitchell.
"Si no puedes con el enemigo, alíate con él". Y así hizo. Y la cosa funcionó. Puso su vida en riesgo, ya que se adentró en los tenebrosos bosques que rodean Broken Bridge, pero mereció totalmente la pena. Confiando en su instinto y en que tenía suficientes cartuchos en la escopeta para no correr peligro, descubrió una pequeña camada de lobos entre el hueco de unas rocas y un agujero en el suelo, que les resguardaba del frío. Tuvo suerte, pues la madre no estaba por ningún lado. Se hizo con uno de los pequeños cachorros, el más fuerte y robusto que encontró, y lo llevó a la granja, donde lo pudo cuidar y sacar adelante. Este, debido a la educación que había recibido, era como un perro doméstico, pero con su fuerza de lobo, mantenía al enemigo a raya, lejos de nuestros animales. Todo salió como lo había planeado.
Pronto, la granja creció, el viejo Thomas se casó y tuvo a mi abuelo, y este a mi padre. Los lobos, pues tras cabilar un poco, supo que debía tener una pareja para aprovechar más esta granja, procrearon, y, camada tras camada, han permanecido con nosotros.
Y ahora llega una nueva cría.
Satine aulla un poco cuando mi padre palpa su tripa, comprobando el estado de los cachorros, yo ato a Shadow, pues es notable su alterado estado.
No sé si pasan cinco minutos o dos horas, pero veo algo peludo y rosado, no rosado, es blanco, pero está cubierno de sangre. Visto así, no es muy agradable. Me dan náuseas, pero la ilusión por el nacimiento de cada uno de los cachorros, lo llena todo.
-Blue, ayúdame. - pide mi padre con suavidad en su voz. Y así hago, siguiendo sus indicaciones, ejerzo de comadrona, animo a los pequeños lobos a respirar, a tomar oxígeno, pues no es plan que a ninguno le pase lo que me pasó a mí en mi nacimiento. Hay suerte, todos lo logran con éxito y no hay ninguna muerte en el parto, que acaba cuando el amanecer está a punto de dibujarse en el cielo.
Sonrío contemplando la escena familiar que se forma, Satine limpia a sus cachorros: cuatro hembras y dos machos. Todos buscan comida que llevarse a la boca, y la madre loba les ayuda a encontrarla por su, ya vacía, barriga. Shadow ladra un par de veces, pero decidimos que debe esperar un poco, está demasiado acelerado.
Mi padre me pasa un brazo por los hombros.
-¿No te parece bonito?
-Precioso. - afirmo mientras el primer rayo de sol baña el horizonte.